INTRODUCCION
La acción
psicopedagógica se vincula principalmente a la planificación de procesos educativos,
entendiendo planificación como un acto en el que se incluye el análisis de necesidades,
establecimiento de objetivos, metas, diseño y evaluación; su fin central es contribuir
al mejoramiento del acto educativo.
El orientador actúa
desde diversos campos como la orientación y la intervención psicopedagógica,
los cuales se refieren a un conjunto de conocimientos, metodologías y principios
teóricos que posibilitan la ejecución de acciones preventivas, correctivas o de
apoyo, desde múltiples modelos, áreas y principios, dirigiéndose a diversos
contextos.
Dentro de las
diversas áreas de intervención psicopedagógica, se ubica la orientación en procesos
de enseñanza-aprendizaje, que ha centrado su atención en la adquisición de técnicas
y estrategias de aprendizaje, desarrollo de estrategias meta cognitivas y
motivación.
CONCEPTO
La intervención
psicopedagógica ha recibido diversas denominaciones: intervención
psicoeducativa, pedagógica, psicológica, y sin que haya un total consenso, hay
una referencia más común a lo psicopedagógico, para referirse a un conjunto de
actividades que contribuyen a dar solución a determinados problemas, prevenir
la aparición de otros, colaborar con las instituciones para que las labores de
enseñanza y educación sean cada vez más dirigidas a las necesidades de los
alumnos y la sociedad en general .
La concepción de
intervención psicopedagógica como un proceso integrador e integral, supone la
necesidad de identificar las acciones posibles según los objetivos y contextos
a los cuales se dirige.
MODELOS DE INTERVENCIÓN PSICOPEDAGÓGICA
Generalmente se
denominan modelos a las teorías; Los modelos de intervención psicopedagógica tienen
tantas clasificaciones como definiciones dadas, pero más allá de eso, se ha
considerado que todo modelo requiere unos elementos mínimos, necesarios y
esenciales como: El convencimiento de que la naturaleza del hombre responde a
la posibilidad de ser orientado y
educado; que la intervención resulta pertinente pare el mejoramiento de
los procesos de aprendizaje, y para responder a ello requiere del establecimiento de objetivos, fines y elección de instrumentos o técnicas que
resulten oportunos para cada situación concreta. Por otra parte ha de reconocer
la necesidad de categorizar los problemas y ámbitos de actuación que han de
atenderse mediante la definición de
fases, etapas y momentos que rijan el proceso orientador, y finalmente la
pertinencia de delimitar los contenidos, tareas y roles que en cada situación debe
asumir el orientador.
CLASIFICACIÓN DE LOS MODELOS DE INTERVENCIÓN
·
Modelos básicos de intervención: su conocimiento es
la unidad básica de intervención clínica, por programas, por consultas o
psicopedagógicos.
·
Modelos organizativos: encargados de plantear la manera de
organizar la orientación en un contexto determinado.
·
Modelos mixtos o de intervención: se han combinado
para satisfacer las necesidades de un contexto determinado, ejemplo de éstos serían
los modelos comunitarios, ecológicos, sistémicos y psicopedagógicos. Los
modelos de intervención psicopedagógica a su vez han recibido diversas
clasificaciones, resumidas por autores como Alvarez y Bisquerra, en counseling,
consulta y programas.
·
Modelo de counseling o modelo
clínico: establece una atención directa e individualizada, y
concibe la orientación como un proceso clínico y en tanto tiene un carácter terapéutico
basado en la relación orientador orientado, de carácter remedial y centrado en necesidades
específicas de quien consulta.
·
Modelo de consulta: ejerce
una acción indirecta de carácter preventivo y de desarrollo, posibilitando la
adquisición de conocimientos y habilidades para resolver problemas; se basa en una
visión ecológica de la intervención, y por lo tanto concibe insuficiente el
abordaje del sujeto sin tener en cuenta el medio que lo circunda.
·
Modelo de programas: se caracteriza principalmente
por ser contextualizado y dirigido a todos, mediante una intervención directa y
grupal de carácter preventivo y de desarrollo. Es uno de los más aceptados en
la intervención psicopedagógica, por su carácter preventivo, globalizador,
comprensivo, crítico, ecológico y reflexivo; concibe los trastornos como
resultantes de la relación del sujeto con su entorno sociocultural, y su
finalidad es en último término la potenciación de competencias.
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